Una temperatura ambiente más baja parece dificultar el crecimiento de las células cancerosas, según un estudio realizado en ratones por investigadores del Karolinska Institutet de Suecia, lo que podría abrir la puerta a nuevos enfoques terapéuticos para tratar el cáncer. El estudio, publicado en la revista ‘Nature’, descubrió que las temperaturas bajas activan la grasa marrón productora de calor que consume los azúcares que los tumores necesitan para prosperar. Se encontraron mecanismos metabólicos similares en un paciente con cáncer expuesto a una temperatura ambiente más baja. “Descubrimos q…