La ley de seguridad de armas forjada a través de tensas conversaciones bipartidistas en el Senado se presentó como la primera legislación federal en 30 años para combatir el aumento de la violencia armada. Pero lo que ha pasado desapercibido es uno de sus objetivos clave: mejorar los servicios de salud mental. La cobertura periodística se ha centrado en las disposiciones de la ley para mejorar las verificaciones de antecedentes de los compradores más jóvenes, alentar a los estados a implementar sus propias “leyes de alerta” y cerrar la “laguna legal de los novios” (una ley que previene que per…